Huele a despedida ~
Suena un ruido...le es familiar.
-¡Que tonta! Pero si es el sonido del timbre de la puerta.
Fue corriendo a ver quien era, agarró el picaporte y la abrió sin pensarlo dos veces, cuando vio quien estaba detrás de aquella puerta se quedó paralizada apenas podía respirar, fue tan grande la sorpresa...
Se quedó mirando sus ojos color avellana, sus pecas inconfundibles, y esa sonrisa que le diferencia de todos los demás. Entre las manos llevaba una pequeña rosa con una tarjeta en forma de corazón. Era ÉL, parecía un sueño, había un 99,9% de que eso no fuera real, pero se pellizco y no se despertó encima de una cama asustada por aquella situación, siguió delante de aquel chico hasta que...
-¿Me vas a decir algo? o... ¿Voy a tener que esperar mucho tiempo más?
Tenía la nariz roja por el frió y según le hacía las preguntas le salia esa sonrisa que dejaba ver su dentadura perfecta.
Pensó en decirle: El tiempo que te he esperado yo... pero por fin le dijo:
-¡Cuanto tiempo! Pasa.
Le dio dos besos y se apartó para que pudiera entra en la casa, suerte que estaba sola, así podrían hablar sin que nadie les interrumpiera. En ese momento se le pasaba por la cabeza miles de cosas, imaginar es gratis pensaba.
Fueron al salón y se sentaron en uno de los sillones, le pregunto que si quería algo para beber y él le dijo que no, que iba a ser breve.
La chica se sentó a su lado.
-Bueno pues tú dirás.
A él se le notaba en la cara que no sabía por donde empezar, pero al cabo de un minuto la miró a los ojos y empezó a hablar...
-Todo este tiempo he estado pensando como decirte esto, no es fácil pero espero que lo entiendas. Tú fuiste la primera a quien he querido de verdad, supiste calmarme en mis peores momentos, apoyarme en las decisiones mas difíciles, darme un abrazo cuando estaba a falta de cariño, eras la única que me sacaba sonrisas, por la que me levantaba cada mañana, con la que soñaba cada noche y vencía mis pesadillas, eras tú la que me esperaba en aquel parque a las 7:00 cada tarde, la que me regalaba besos y caricias sin pedirlo, con la que era yo y no me hacía falta fingir nada porque me amabas tal y como era, pero todo eso lo hace ahora otra persona y la quiero.
Ella se quedó de piedra al escuchar todo eso, no puede creer todo lo que esta ocurriendo en aquel instante, no dijo nada al respecto y el chico le entregó la rosa que tenía en las manos, antes de marcharse solo le dijo siete palabras más.
-Lee lo que pone en la tarjeta.
Le dio un beso en la mejilla, fue hacia la puerta y desapareció.
Después de oír el golpe que dio la puerta, cogió la tarjetita y dejó la rosa a un lado. Empezó a leerla.
Se que me has estado esperando mucho tiempo y que después de este momento me odiarás aun más. Pero quiero que sepas que siempre vas a ser mi primer amor y mi niña bonita. Adiós.
Cuando terminó le dio un beso dejando la silueta de sus labios rojos marcada y la rompió en diez pedazos que luego se convirtieron en ceniza dentro de la chimenea.
Cogió de nuevo la rosa tumbándose en el sillón, la olió y se perdió en un maravilloso sueño en el que ella era totalmente feliz junto a otro chico.
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